El gato negro tal es considerado desde el inicio de los tiempos como un animal mágico. En la Edad Media sin embargo, se relacionó a los gatos negros con la brujería (se decía que los gatos negros eran brujas transformadas en tales) motivo por el cual los gatos negros (y gatos en general) eran perseguidos, cazados, metidos en sacos y quemados en hogueras, y les cortaban las cabezas.
Sin embargo no siempre fueron símbolo de mala suerte. En Egipto se los consideraba animales sagrados ya que estaban relacionados con el culto a la diosa Bastet. En la Inglaterra victoriana se consideraba que si unos novios recién casados se encontraban con un gato negro, esto simbolizaba prosperidad en el matrimonio. Y los marineros creían que tener un gato a bordo les traería buena suerte. Más aún sus mujeres solían tener uno en casa, ya que esto parecía "asegurar" que sus maridos volverían sanos y salvos a sus casas después de la travesía.
Históricamente, los gatos negros fueron asociados simbólicamente a brujería y al mal. En la tradición hebrea y babilónica, los gatos se comparan a serpientes, arrolladas en un hogar. El gato era adorado en Egipto y matar a uno era considerado un crimen capital. Cuando el gato de una familia egipcia moría, se momificaba y la familia se ponía de luto. Los romanos también consideraba el gato sagrado e introdujeron el animal en Europa. En Europa, excepto en Italia, España, Serbia y Montenegro, un gato negro que cruza su trayectoria se considera buena suerte; sin embargo, fueron vistos por la iglesia como asociados a las brujas. Los gatos negros (y a veces, otros animales del mismo color o incluso blancos) se temía que fueran los familiares de brujas. En el siglo XVII, el gato comenzó a ser asociado a la brujería en muchas áreas del mundo. El gato negro fue visto generalmente como buena suerte; sin embargo, en los EE. UU. y zonas de Europa (e.j. España), que mantuvieron cazas de brujas, la asociación con las brujas los hizo ser considerados como portadores de mala suerte.
El Viernes 13, pasar por debajo de una escalera, romper un espejo, abrir el paraguas dentro de casa…y cruzarse con un gato negro! Todas son supersticiones populares asociadas a la mala suerte, incluso la que confiere un poder oscuro al gato.En realidad, ninguno de estos mitos tienen sustento y solo ocasionan prejuicios contra los pobres gatitos que en muchas ocasiones desemboca en malos tratos.
Piénsalo un momento:Sí fueses bruja, poderosa ... ¿preferirías transformarte en un gato que en un tigre o Anaconda? o ( si de pasar desapercibido se trata) ¿en un cuervo? Serías una bruja muy tonta si te transformarás en gato negro sabiendo que la gente sigue creyendo en estos mitos y no más por prejuicio te ganas un zapatazo.
Y tú... ¿crees en la maldición del gato negro?
0 comentarios:
Publicar un comentario